Muchas veces no sabemos hasta dónde llega el valor simbólico y material de los libros que tenemos en casa y que buscamos en bibliotecas y librerías. Y cuando se trata de conservarlos o apenas adquirirlos, la incertidumbre nos ata de manos y es difícil saber preferir unos por encima de otros. Por eso, desde lo clásico y lo escaso, brindaremos determinadas preguntas y factores para que ustedes mismos encuentren lo que vale la pena en los libros y les reconozcan una importancia más justificada.
I. LIBRO Y ECOSISTEMA
Entre todos los formatos en que está lo escrito el libro es el más significativo. El desarrollo técnico que implica en la historia de la humanidad. Integra lo simbólico más lo material y patrimonial. Incluso, como mercancía es un bien material no perecedero, que además como producto tiene un amplio número de categorías que lo hace único.
En este proceso alrededor de los libros las prácticas de relectura y transcripción significan bastante.
II. LO CLÁSICO
En las 14 razones que Italo Calvino da en la obra Por qué leer los clásicos, estos resultan aquellos libros que brindan valor a cualquier persona, que se releen porque nunca acaban de decirnos cosas y la gente de decir cosas sobre ellos, que acumulan la tradición antecesora y generan nuevos clásicos, y por último, que tienen que ver con el tiempo actual pero no dependen de él.
Podemos decir que estas razones de Calvino insisten en común sobre cualidad de lo permanente. Los clásicos resultan aquellos libros que siempre, a tono con el día a día, acompañan la vida humana.
Pero esto no es suficiente y para extender un poco esta cualidad de los clásicos funcionan las palabras de Arturo Uslar-Pietri cuando habla de su obra Sumario de la civilización occidental:
“El objeto de este libro es reunir en una forma fácil algunos de los textos en que la civilización occidental ha expresado sus caracteres esenciales y que, al mismo tiempo que han servido para expresar lo más permanente de su espíritu, han influido sobre los hombres y los sucesos que han hecho su historia.” (pg.16)
Según Uslar-Pietri, las grandes obras, o bien las clásicas, muestran lo más esencial y permanente del espíritu, lo que quiere decir que hablan de lo más familiar a nosotros mismos, de esas fuentes donde se construye nuestro ser espiritual y se construyen las concepciones que condicionan a todo momento nuestro destino.
Así definido lo clásico, queda una brecha muy alta y exigente donde resulta difícil encajar cualquier libro. Sin embargo, debemos confiar en el ancla que soltamos al fondo de los libros más gratos y que nos hace andar el resto de nuestras vidas ligados a ellos. Lo difícil es hacer tangibles esas razones tan sublimes que solo nosotros sabemos.
Es que no nos debemos achantar del uso de la palabra clásico. En general esta palabra ha remitido a la distinción de una clase de cosas, a la preferencia por unas cualidades de una supuesta mejor calidad que otras, y al pensamiento de que esa clase de cosas deben ser acogidas por todo mundo. Pero nosotros mismos con el trabajo de volver sobre las obras que nos dejan su eco, vamos armando nuestras propias medidas de lo que es un libro clásico y que nos define como sociedad.
Y esto podemos empezarlo a lograr haciendo preguntas que redunde sobre la idea que hoy por hoy demarca de lo clásico, pero lo más importante, que nos devele en máxima medida su valor simbólico.
Principalmente tendríamos que preguntarnos por esos fragmentos que retumban en nuestro recuerdo más que otros, ¿de qué hablan?, ¿es un fragmento excepcional o sintetiza un tema tratado durante toda la obra?, ¿cuáles son las posibilidades de que impacte cuando lo comparta a alguien más?
También son valiosas las preguntas sobre los autores, ¿qué importancia tiene este respecto a la época y lugar donde escribió y difundió el libro? Si se le referencia dentro de algún movimiento intelectual o artístico, ¿cuál fue su papel dentro de este? Además, a este punto nos ayudan las preguntas por, ¿cómo han sido las lecturas que se han hecho del libro, llegan hasta hoy en día? Para esto último es indispensable la pregunta por, ¿cuál fue la fecha de la primera publicación del libro y cuántas publicaciones más se han hecho?
Por último, no está de más, resaltar que estas reflexiones sobre lo clásico se extienden no solo a libros sino a obras en general que están en otros soportes.
LO ESCASO
Ahora vamos al valor más material del libro a través de una serie de factores que además nos ayudan a generar una descripción más precisa de ellos:
i. Acceso: Es importante saber el número de ejemplares del mismo libro que albergan las bibliotecas revisando sus catálogos, así como su inexistencia o dificultad para adquirirlo en digital. Entre menos ejemplares existentes, mayor será el valor del libro que tenemos entre manos o en nuestro aparato electrónico.
ii. Patrimonio: En este punto interesa si es una primera obra del autor o una primera edición, así como si el libro es una rareza, o sea que es uno de los pocos ejemplares que se imprimieron. A factor puede sumar importancia los grupos, entidades y empresas promotoras de la edición que hacen de la obra la representación de un gran trabajo en conjunto y esfuerzo local.
iii. Estado: Este criterio se determina según el estado físico de la obra, si está completa y puede ser leída a totalidad, además si sus partes no están muy deterioradas por el ambiente natural, y no alberga los microorganismos como hongos.
También es de considerar que la obra autentica, es decir, que no sea una réplica. Para diferenciar un libro original de uno pirata puede notarse la calidad del pegado en el lomo, si se abre del todo y se despegan algunas hojas es probable que sea una imitación. También, muchas veces sirve fijarse en la calidad del papel, en lo legible de la letra que sea impresión y no fotocopia, y en la diagramación, que los párrafos no estén inclinados en una dirección en unas páginas y de otra manera en las demás. Sin embargo, hay réplicas que se logran con un acabado muy fino o hay ediciones de muy bajo presupuesto. Aquí es importante buscar ayuda de un experto.
iv. Intervenciones: Este factor se refiere a lo que contiene el libro adicional a como fue producido. Interesan firmas de los autores o de antiguos propietarios, también exlibris, y las notas de lectura al margen, así como separadores, y otros objetos. También interesa si tiene remiendos o reparaciones que al ser de un material muy ajeno al acabado del libro opacaría su valor.
v. Diseño: En este punto es importante identificar las técnicas editoriales y litográficas empleadas en la producción del libro, que lo harían reconocible y valioso por su acabado artesano o excepcional.
Acá hemos proporcionado esta lista de preguntas y factores que ayudan para saber qué libros tenemos a disposición. Además, nos sirven para validar los libros sobre los cuales vale la pena realizar contenidos de Relectura y Transcripción. Bajo todas estas consideraciones miraremos en los contenidos colaborativos que recibamos y que publiquemos. Sin embargo, pueden escribirnos para que nuestro equipo les ayude a valorar tus libros.
Bibliografía